I. Negación
Del movimiento que seguían mis pies quedaron sólo impulsos dolorosos. Tengo la sensación de que otros me observan escribir mi epitafio, y casi puedo tocarlo desde esta cama de hospital, la enfermedad lleva el ritmo de la vida en un monótono intercambio de silencios progresivos, cada uno más profundo que el anterior. Mis células se niegan a aceptar más filosofías, ejecutando una breve pero efectiva revolución irracional contra mí mismo.
Me concentro en el latir del corazón constante e irreprochable que me abruma, y en sueños aparece sangrante y abierto en la oscuridad, en cada golpe me inunda la soledad de estar atrapado aquí dentro, en cada exhalación imagino tener nuevamente el control de mi cuerpo, aún no logro sobrellevar el dolor físico de estar viviendo desde el lóbulo temporal todo el tiempo, lo intercambiaría de vez en cuando por volver a sentir algo del cuello hacia abajo.
II. Ira
En el inanimado estado en que me encuentro produzco en la gente que viene a verme, el sentimiento de una paz falsa. Llevo al límite el odio para imaginar que puedo accionar un mecanismo de autodestrucción y arrasar con gran fuerza y violencia desde mi interior, sueño concentrar la energía y el suministro de aire y convertirlo en fuego que cicatrice y cierre las heridas a su paso. Estoy derrochando locura en mis pensamientos y sé que es la fiebre nocturna la que sostiene los dispositivos sobre la ilusión absurda de estar vivo, todo sería más sencillo si pudiera conseguir el fin, abrirme las venas y sangrar, sé que nadie lo detendría.
III. Negociación
Entre ser humano y ser cadáver, la lógica más elemental empieza a cobrar sentido, ya que es irónico contemplar como todos elevan sus plegarias por mi vida cuando en realidad lo que piensan es que pronto debo retirarme de este recinto. Pienso en la temporalidad del porque otros están vivos y por qué estar vivo representa el valor más alto para las personas, deviene en un egoísmo particular, de qué sirve estar vivo si ahora debo castigar mi cuerpo hasta perder la vida. Las ensoñaciones son pequeñas muestras de un mundo que no es y que de vez en cuando viene a crear profundos vacíos, resulta irrelevante, ya que no puede haber muerte en algo que ya no está desde hace tiempo.
IV. Depresión
La aparición del fin es un gran rayo de argumentos absurdos que sólo puedes combatir con la aflicción y el dolor de lo que quedó atrás. Avanza el olor consumado de las llagas en odio contra mi mismo, el camino del guerrero y del noble se cruzan haciendo una falsa postal que no cruza el tiempo, la idea de que no tenemos vida fuera de la conciencia es el único infierno y después vendrá la iluminación fatal haciendo que todo esto sea verdad.
V. Aceptación
La convulsión alocada de realidad por fin se detiene y te levantas para transformarte puramente en sueño, mientras te evaporas en nubes, las cuales me piden que piense en mi propio camino hacia las estrellas, siempre es posible leerlo en el domo , éstas sugieren ir en primera instancia hacia la galaxia del camino interior, para al final descubrir el universo dentro.